¡Fun, fun, fun!

Por si alguien no se ha enterado, ya es Navidad. Y ya no hace falta que nos lo recuerde El Corte Inglés ni los belenes improvisados en cualquier rincón de la ciudad. Es Navidad y se sabe. Las "Marías" van más al mercado y más cargadas, los consistorios apuran los presupuestos para decorar las calles, los niños intentan aparentar en pocas semanas la bondad que no han ensayado en todo el año, los abuelos saben que han durado 365 días más y yo me doy cuenta de que tengo una sonrisa estupidísima colgada en mi boca sin quererlo.

El espíritu navideño es friolero y por eso se cuela por las rendijas de las costumbres, por los entresijos de las miradas que violentas miran esperanzadas para que el gordo le toque, y no el barrigudo y de barba blanca precisamente... En Navidad tenemos que ser felices obligatoriamente, regalarnos, besarnos, tocar la zambomba, la botella de anís, hartarnos de mazapanes, deleitarnos al escuchar el matasuegras del sobrino insoportable; y todo al son de villancicos cuyas letras tienen lo mismo de alentador como de lógico (los peces siempre han bebido del río; es más, no sólo beben ¡sino que respiran!).

Pienso que estas fechas en las que este magnífico 2010 se acaba nos da esa morriña de que ya nunca más volverá. De que puede que el que venga sea mejor, o no. Es el ahora o nunca. Se agota el tiempo para demostrarnos de que lo único que vale la pena es ser, cada vez más, espejos sinceros los unos de los otros.

Para mí la Navidad huele a turrón, a guitarras, a besos de mi abuela, a pagas extraordinarias de mi abuelo, a uvas sin pepitas y esperanza de buenas nuevas. Pero sin duda me suena a la banda sonora de una de mis películas de animación favoritas que más me impactaron siendo más niño todavía (porque todavía lo soy). Disfruten ¡Y Feliz Navidad!

http://www.youtube.com/watch?v=I2oZ1v-vN7Q

Todos los derechos reservados. Jesús Leirós 2010 ©

Publicado por Unknown en 16.12.10