Para quererte yo necesito
un abrigo de navajas vivas
que caminen sobre la piel
que críen llagas de arena.
Una bufanda de cuero y alambre
para que me ahogue si te olvido,
que mientras te bese, yo sangre.
También una almohada infinita
-¡Que sea de piedra señor!
de algodón
[no me vale...]
y sobre ella bailar desnudo
empujado al vacío invierno
tierra de sueños, veros y penas
que no juega con las cometas
de tus labios fijos
las orillas muertas.
- Deme aquella rosa, ¡la que más pinche!
Y esta de aquí, la que va deshecha.
Para ponerlas en mis jarrones
cuando declares la guerra.
Aún lejos de todo,
¡te miro y quemas!
Disfrazada de ceniza y sombra
eres la venda que nunca llega
fuente gitana de lágrimas secas
fuiste verduga, niña traviesa
¡Dolor pretérito el mío
amar sin recompensa!
- J.Leirós León -
Publicado por
Unknown
Etiquetas:
Poemas
en
20.1.10
2 comentarios:
Has debido de sufrir mucho con este amor sin duda. No pienses mucho en ella, el tiempo es el mejor autor amigo! Saludos y chapó
Esta poesia es brutal. Pedazo artista!
Publicar un comentario