Prueba
- Y a un idilio tan frío solo le puede la muerte -


Prueba

15 de julio de 2011

Coloquio en Palacio


(Escenario A: Estudio de Velázquez en su casa de Madrid. En escena Don Luis y Velázquez. Don Luis tiene unos sesenta años. Velázquez veintidós, y aún no es pintor del Rey. Velázquez pinta el conocido retrato de Góngora, que está casi acabado y debe verlo el público. Don Luis posa sentado. Cuando estén los dos solos, Velázquez pinta, o bien limpia los pinceles, o bien hace un receso charlando con Don Luis. Hay una ventana imaginaria por donde entra la luz).

Velázquez.- ¿Os molesta la luz, Don Luis?
Góngora.- No. (Pausa) Amo la luz. (Pausa) ¿Y vos?
Velázquez.- Es difícil amar. (Pausa) Pienso... (Pausa)
Góngora.- ¿Pensáis?...
Velázquez.- Las sombras. (Pausa) Lo oscuro. (Pausa) La sombra.
Góngora.- La otra cara de la luz...
Velázquez.- Quizás... (Pausa)
Góngora.- Vi mi boca, Don Diego. En vuestro cuadro (Silencio).
Góngora.- Amarga.
Velázquez.- Así la veo.
Góngora.- Así es (Pausa) Pintáis demasiado bien.
(Silencio)
Velázquez.- ¿Qué os hiere, Don Luis?
Góngora.- El dinero.
Velázquez.- ¿El dinero? (Pausa) ¿Y la gloria?
Góngora.- No la quiero
Velázquez.- ¿La poesía, quizás?
Góngora.- La tengo en mi mano.
(Pausa larga)

Góngora.- ¿Y vuestra mirada? Es triste.
(Silencio) ¿La gloria?
(Silencio largo)
Velázquez.- La Cruz de Santiago
Góngora.- ¿Tan poco , Don Diego? (Silencio) ¿Y la pintura?
Velázquez.- La tengo en mi mano.
(Pausa larga)
Góngora.- La Corte...
Velázquez.- La Corte...
Góngora.- Córdoba...
Velázquez.- Sevilla... (Pausa) E Italia.
Góngora.- (Melancólico y meditabundo) - Yo nunca estuve en Italia.
Velázquez.- Quizá sí: Polifemo y Galatea eran de allí.
Góngora.- Entonces también vos estaríais en Breda.
Velázquez.- Breda era España...
Góngora.- Como Italia...
(Pausa larga)
Velázquez.- ¿Qué os tiene en pie, Don Luis?
Góngora.- Lo que a vos.
Velázquez.- ¿Y qué es?
(Pausa larga)
Góngora.- Lo que yo sé. (Pausa) Y vos quizá no.
Velázquez.- ¿Por qué?
Góngora.- Por joven.
(Pausa larga)
Velázquez.- ¿Lo aprenderé?
Góngora.- Lo tenéis delante de vos.
Velázquez.- ¿Vuestro rostro?
Góngora.- Vuestra obra, Don Diego (Pausa larga) Nuestra obra.
(Va cayendo la luz)
Velázquez.- Tal vez, Don Luis. Tal vez estén muy próxima la una de la otra. Vuestro amigo el Abad de Ruto ya lo dijo: "La Poesía, en general, es pintura que habla". Y si alguna en particular lo es, es la vuestra. Ambos somos casi como del mismo oficio.


Todos los derechos reservados. Jesús Leirós 2011 ©
Publicado por Unknown en 15.7.11

8 comentarios:

Francisco Javier Sánchez Atienza dijo...

Jesus, me encanta cuando escribes dialogos, el de Prohombre personal fue genial, y este ya no te digo. Asi que a ver si nos deleitas con mayor frecuencia con tu teatro.

He querido pensar que ambos personajes al ser grandes artistas o la epoca en la que se desarrolla albergaban mucha solemnidad por las intermitentes pausas y largos silencios en sus conversaciones. Pero no, creo que es propio del entorno y la magia que se crea en el momento en el que alguien esta posando para ser objeto de un retrato.

Podrias comentarnos, si alguna vez has hecho retratos, si existe una fluida conversacion, o por el contrario se mantiene un profundo silencio con disimuladas palabras.

Un fuerte abrazo Jesus, eres un GENIO

Unknown dijo...

Un gran retrato merece una conversación ya sea de miradas o de conversaciones subterráneas. En el retrato que presento en la bienal tienes una prueba de ello.

Gracias por estar siempre ahí. ¡Un abrazo fuerte para ti!

David L. dijo...

Me imagino a esos dos grandes genios intercambiar impresiones en ese salón del Palacio Real y se me pone la piel de gallina. ¡Qué grandes!

Un abrazo fuerte y ya era hora que hicieras una entrada dialogada.

galiMATIAS dijo...

¡Muy muy muy muy muy buena entrada!

Julia fer dijo...

Siempre se quiere saber que se dicen grandes personalidades de la historia que por desgracia ya no están entre nosotors para poder comprobarlo.

ME ENCANTA EL TEXTO. Un beso grandiiiiiiiisimo!

Carmen Carmen dijo...

Has sabido conjugar a la perfección una de las escenas dialogadas que en el teatro se llama retrospectiva imaginaria.

Muy bueno Jesús, felicidades.

Pablo dijo...

Muy ingenioso.

Emilio dijo...

Góngora acompañando en su vital intrascendencia de su oficio al que será el maestro de maestros, como tu dices en la propia filosofia de la pintura.

Acaba de hacer su gran retrato y mientras decidiendose entre la vida y el recuerdo. Los dos eran andaluces, genios de un siglo de oro en decadencia en el resto de los ambitos que no fueran ya del propio arte.

Un Felipe IV extasiado por el que va a ser su reino y ve que no puede. Añora Sevilla y Córdoba a partes iguales.


Muy bien reflejado. Sonado.